sábado, 18 de julio de 2009

Mielcitas

Ayer me encontré con mis compañeros del primario en una parrilla que queda llegando a Villa Urquiza. Algunos estaban igual, eran un calco de la infancia; otros, dejaban entrever alguna señal de lo que supieron ser. El resto, estaba totalmente irreconocible, eran individuos distintos...
Yo me quedé contenta con el típico ¡estás igual!!. Esa frase, pisando los treinta (bah, ya bien pisoteados), generaba una sonrisa instantánea en mi rostro y una simpatía única por quien me ofreciera tamaño piropo. Aparte cualquier falsedad sería consentida: ellos por mentir y yo por insistir en creerles...
En fin, el asado estuvo riquísimo y el encuentro superó las expectativas. Es más, quedamos en encontrarnos próximamente para hacer un patín sobre hielo!!
Obvio que al reunirnos pintó toda la onda retro y hablamos de programas de TV, música y juegos con los que rememoramos nuestra adorada infancia.
En total éramos ocho: seis chicas y dos chicos (no sé porqué, pero a dónde vaya las mujeres siempre somos multitud). Uno de los chicos trajo golosinas para todos: mielcitas!!! Siii, ya me había olvidado de las mielcitas! Siempre me gustaron estéticamente en sus variados y vivos colores, pero jamás fui de consumirlas demasiado porque me generaba impresión el estar lamiendo el envase y pensar al mismo tiempo que el kiosquero se tocó el culo cuando se disponía a colocarlas en el mostrador.
En un momento dado, no sé cómo (supongo que debido al vino ingerido), en medio de un popurrí de anécdotas, se me escapó el hecho de que a mis tiernos 19, entré a un puterío. Sí, a un puterío! Y pude ser testigo de los hechos que tienen lugar en dicho sitio vedado al sexo femenino (claro está: a no ser que labures como prostituta, barman o bailarina del caño).
En fin, con ese simple título: "yo fui a un puterío" me gané el silencio automático y atento de mis oyentes. En realidad, la cosa no era tan rara como sonaba si se sabe cómo llegué hasta ahí. La historia es simple: una tarde de calor, había ido con quién en aquel momento era mi novio, y con dos amigos suyos a ver a los Cadillacs. Era en uno de esos espectáculos al aire libre que se hacían en verano por Puerto Madero, creo que se llamaban "Buenos Aires Vivo", o algo así. Al salir, planteamos el tema de a dónde ir a tomar algo y la casualidad hizo que el amigo de mi ex novio tuviese un padre dueño de un cabarute. Así que, estábamos frente a la posibilidad de tomar lo que se nos antojara gratis y jugar pool hasta el hartazgo. Cuando me comentaron que se trataba de un puterío me dió un pequeño temblor, sentía que iba a estar fuera de lugar (lógicamente), pero al mismo tiempo sentía intriga. Era una oportunidad (tal vez la única) de meterme en un mundo netamente masculino y espiar por la rendija ese universo tan ajeno a la rutina femenina. Mi vena periodística se brotó y tuve curiosidad de saber por mi misma de qué se trataba todo ese antro machista, más allá de lo que se puede apreciar por los relatos de amigos o alguna que otra película. Así que fuí.
El lugar era bastante feito y precario. Había corazoncitos de colores pintados en las paredes, daba una sensación de berreta, de mal gusto. Abajo estaba el pool, por lo que nos quedamos ahí jugando y tomando algo mientras nadie nos jodía. Luego, subimos al primer piso que estaba mucho más oscuro y lleno de sillones. Las minas se paseaban semi desnudas por las mesas. Yo me pegué a mi novio y fuimos directo a la barra. El dueño nos dio una bienvenida a sonrisotas y desde atrás de la barra nos servía cualquier cosa que pidiéramos. Nos fuimos al rato. No había mucho para ver y ya había saciado mi curiosidad. El lugar no estaba bueno. Seguro hay puteríos mejores.
Cuando terminé mi relato mis compañeras se quedaron por unos segundos calladas. Me dije: "mierda! yo no las veo hace mil años, mirá si son las minas más puritanas y recatadas del universo!".
Traté de hacer reaccionar a Lorena, le pregunté si se había quedado mal (me parecía que no tenía mucho sentido, era una bobada).
Sin embargo, Lorena me miró, levantó sus cejas e inesperadamente, me dijo: "Eh?! naaaaah, que me voy a quedar mal, si yo también entré a puteríos, iba a vender CDs". Y cuando me empecé a sentir más normal, Lore se desató y escupió: "y los lugares swingers??? Esos donde van y se intercambian parejas! Yo fui ahí con Noelia, entrás y podés ver. Pete de acá, pete de allá, todo el mundo haciendo pete, un olor a pija terrible!!". Morí de risa. Cómo lo contaba merece un capítulo aparte, ella está para hacer stand up.  Claro, ahí mismo entendí que Lore no estaba ni ofendida, ni seria: Lore debía de estar aburrida!! Y, para mi mayor asombro, me recomendaba: "andá, no te cobran nada y te morís de la risa, vas entrás y mirás... a algunos les gusta que los miren" (¡¿?!) Too much. La última vez que la ví a Lore llevaba un guardapolvo blanco, una valija negra haciendo juego con unos anteojos a tono; y era tan tímida que casi no le conocí la voz en todo el primario. Claramente, aquella niña ya no está presente, por lo menos no en este relato.


Volví a mirar las mielcitas y se mezclaron sensaciones: esas golosinas que rememoraban una infancia y las charlas sobre puteríos avisándonos que crecimos. El contraste era importante.
Me fuí a casa y limpié las mielcitas con alcohol y las dispuse para verlas a trasluz y apreciar cómo se reflectaban en sus mil colores. Nosotros crecimos, pero las mielcitas se siguen vendiendo, están ahí recordándonos lo que fuimos, lindas y ricas... como la infancia.

miércoles, 8 de julio de 2009

Sobreviviendo a la gripe A

A pesar de la paranoia por la gripe A, una veintena de amigos se dignaron a pasar a saludarme por mi cumple en el bar. Yo había avisado, en tono irónico, que llevaría alcohol en gel con aloe vera y barbijos para repartir entre los valientes que se atreviesen a cruzar la línea que separa la salubridad de su hogar del infestado mundo exterior. Obvio, el primero en toser iba a morir, siendo previamente desterrado de nuestra taberna espirituosa y nocturna.
Muchos cobardes se quedaron encerrados en sus casas bajo los barrotes invisibles de la mente, perdidos en una sobre-información de ideas ajenas y contradictorias...

A mi no me importaba nada, yo cumplía 30 y había que festejar!!! No venía llevando bien el cambiazo de década y la idea de celebrar tenía el fin de contrarrestar la idea del suicidio. Al mismo tiempo que brindaba, mi inconsciente me fallaba y hacía tod
o lo que, se suponía, no debía hacer bajo la coyuntura de alerta nacional. Pero las cosas se dieron así y mi ánimo estaba tentando a la suerte: esa noche pasé por tres lugares públicos, intercambié fluidos salivales (la persona en cuestión parecía sanita y rozagante) y saludé a todos con abrazos y besos en la mejilla. Al día siguiente, por si no había hecho lo suficiente durante la jornada anterior, me metí en un teatro atestado de gente a ver un espectáculo de la danza del vientre.

Ya pasaron las 72 hs reglamentarias y me encuentro vivita y coleando, sin ningún síntoma, sin ninguna señal del barba por llevarme en un viaje eterno al más allá.

Sin embargo, mis amigos, los cobardes amontonados bajo el calor de su hogar, a la primera de cambio, yendo para el laburo en el subte se cruzaron con tantos microbios que no sé si estarán sugestionados, pero están todos con fiebre y engripados!!! Pobre gente! Y sí, la vida es una lotería!

Yo la pasé super bien, aparte la adrenalina de estar cara a cara con la muerte me hizo sentir más viva y jovial. Fue como la peli Cocoon, ese elixir que necesitaba para rejuvenecer un lustro y cambiar mi humor.

Gracias gripe A!!!! Mátame cuando quieras, pero déjame morir sintiéndome joven y espléndida!!!



sábado, 4 de julio de 2009

Los 30 llegan como trompada de loco...









Mi amigo el pizzero dice (10:18 p.m.):

Soleeeee!

El viernes pizzas?

sole dice (10:19 p.m.):

siii, ya leí el mail

buenísimo

después se viene mi cumple, el sábado siguiente

Mi amigo el pizzero dice (10:19 p.m.):

Grosa

sole dice (10:19 p.m.):

cambio de década!!!!

Mi amigo el pizzero dice (10:19 p.m.):

Perfecto

Mi amigo el pizzero dice (10:20 p.m.):

Pareces de 27, no te preocupes

sole dice (10:20 p.m.):

Graciasss!!!

Hay que saber llevar los años dignamente; por lo menos en lo físico, moralmente estoy para atrás...

Estoy con exámenes y no llego a preparar nada, pero algo improvisaré sobre la fecha, cae sábado

Mi amigo el pizzero dice (10:20 p.m.):

Rompemos todo

sole dice (10:21 p.m.):

yo ya dije, algo para contrarrestar el suicidio ;)

Algo bien arriba que no me dé tiempo a pensar: ebria all night!!

Mi amigo el pizzero dice dice (10:22 p.m.):

Quememos tu dni!

sole dice (10:23 p.m.):

Esa es buenísima, "la gran Chiquita Legrand"!!

(voy a armar un texto con este chat en el blog)

Mi amigo el pizzero dice (10:24 p.m.):

"Quemar el dni, esa es la cuestión"

sole dice (10:25 p.m.):

si, puede ser el titulo, eh?!

otro:"contrarrestar el suicidio"

Mi amigo el pizzero dice (10:25 p.m.):

Para, "los 30 van como piña".

sole dice (10:26 p.m.):

"cambio de década y el suicidio"

Mi amigo el pizzero dice (10:26 p.m.):

Nah, muy negativo

sole dice (10:26 p.m.):

es verdad. Se ve que no lo estoy procesando muy bien...

mi amigo el pizzero dice (10:26 p.m.):

No es grave el cambio de década

sole dice (10:26 p.m.):

"Los 30 van como piña". Esa es buena!

Mi amigo el pizzero dice (10:27 p.m.):

"los 30 llegan como trompada de loco"

sole dice (10:27 p.m.):

siii, eso eso eso!!!

Ejemplifica muy bien cómo me vengo sintiendo últimamente.

Es que los 30 te knockean...

Mi amigo el pizzero dice (10:27 p.m.):

Jajaja

sole dice (10:27 p.m.):

después hago una crónica de la party

diciendo como me mantuve ebria y anestesiada toda la noche

Marcos dice (10:27 p.m.):

Bueno, quiero leer el post

sole dice (10:27 p.m.):

y el día siguiente

Mi amigo el pizzero dice (10:28 p.m.):

Buscame un nick e incluíme en el relato

Puedo ser "el pizzero", que Willy ya me agarró para el viernes

sole dice (10:29 p.m.):

cuando termine con los parciales lo escribo de una!!

Vas a ser "mi amigo el pizzero"

Mi amigo el pizzero dice (10:29 p.m.):

Jaja perfecto

sole dice (10:29 p.m.):

bueno, me voy a estudiar, la seguimos el viernes en lo de Willy,

beso!

Mi amigo el pizzero dice (10:30 p.m.):

Beso amiga!