sábado, 30 de enero de 2010

Y así... tampoco te enternece?

Adolf Hitler

Esta fotografía me hizo acordar a la novela de Ira Levin, "Los niños del Brasil", donde se hacen muchos clones de Adolf y hay bebés Hitler desparramados por todos lados. Josef Mengele, más conocido como "el ángel de la muerte", hace copias tratando de que los adolfitos pasen por experiencias parecidas al "original" para recrear su misma psiquis. Me imagino que, hoy en día y en Argentina, serían cientos como éste que vemos en la foto pero con ropita mucho más cool, vestidos por Mimo, Kickers y Cheeky, y compañía.

Si un Adolfito ya hizo un quilombo bárbaro, imaginénse estar rodeados por miles de bebés peli negros, de piel clara, ojos azules y con los afamados bigotitos fascistas!! Obviamente, estaríamos ante la presencia del fin de la civilización encarnado en una figura tierna, inocente y sobrecogedora (multiplicada por mil!). Mieeedddoooo!

Por otro lado, ésta imagen me llevó a recordar otro libro/película: "La profecía", donde el atormentado padre tiene que matar a su hermoso hijito de 3 años porque, evidentemente, era una especie de avatar del hijo de Satán. Usted, ¿hubiese matado al niño de la foto de saber que se convertiría, el día de mañana, en quién ya todos conocemos??

Lo perturbador es que de haber ignorado la identidad del infante fotografiado, yo hubiese dicho: "pero... ¡qué lindo niño!".

Así que, ya sabés: al ver un bebé desconfiá, pero desconfiá bien, eh! Desconfiá con ganas, que no se puede estar tranquilo!

viernes, 15 de enero de 2010

Exhibicionismo express


Voy apurada caminando hacia el subte. De golpe se abre la puerta de un auto estacionado delante mío. El conductor se da vuelta poniendo los pies en el suelo y se queda ahí sentado. La puerta de su auto permanecía abierta y su bragueta también. Busca mi mirada desesperadamente. Saca su miembro y comienza a practicarse una manuela. "Mierda! Me crucé con un exhibicionista otra vez!". No hizo falta que bajase la vista para saber lo que estaba pasando.
A estos tipos no se porqué les calienta mostrar el pito y
que las minitas se sobresalten, por lo que intenté mostrarme tranquila y tomarlo con humor:

"Pero eso es muy chiquito para ser mostrado, mi amigo!! Guarde eso que avergüenza, che!
Y yo que pensé que me iba a encontrar con algo grande, algo lindo, pero eso... eso no es digno".

Inesperadamente, luego de llamarlo al Orden, el hombre cerró su bragueta, metió sus piernas en el auto y se fue.

jueves, 14 de enero de 2010

El reino animal

Últimamente cada vez que saco a pasear a Roco (the most beautiful dog in the world) me topo con gente bastante pelotuda.

Una tarde, íbamos con Roco paseando cuando nos encontramos con una linda perrita de tamaño similar. Los canes se abrazaron, jugaron, se tiraron las patitas, una divinura verlos socializar!
Repentinamente, Roquito comenzó a buscar a su nueva amiga con un excesivo cariño. A mi ya me empezaba a dar vergüencita. A medida que el inocente jugueteo inicial se iba transformando, la señora se empezó a impacientar.

Yo: qué lindos, no? Y Roco ya está más grande, ya está queriendo tener hijitos- le comenté, haciendo alusión a su desesperación.

Señora pelotuda: sisisi, pero ella no quiere -alejando a su perrita-, ella es chiquita (pero si tiene 3 años!!), es buenita, a ella no le gusta eso!- me propinó entrando en pánico.

La SP se llevó a la perrita sin más, escapando no sé de qué. Me quedé estupefacta por eso de "a ella no le gusta", y no pude más que reír.

Me quedé con ganas de responderle algo, pero lo ridículo de la situación me dejó sin habla. Hubiera sido una tremenda alegría el poder decirle que su perra no se va a casar de blanco, ni va a llegar virgen al altar, ni la van a tratar de puta por darse una satisfacción con Roquito; que su perrita es un animal y por ende, posee instintos animales. Por este motivo, también le hubiera pedido que tenga a bien no hacer extensivo su puritanismo e hipocresía a todo el reino animal. Dejemos a los caninos en paz que ellos, por suerte, saben disfrutar sin culpas ignorando preceptos morales. Por si quedara alguna duda, a las pruebas me remito:






Lamentablemente, gente pelotuda sobra...

Con Roco seguimos caminando y nos encontramos al cruzar con otro amigo perruno.
Roco y Juanito, luego de saludarse fervorosamente, comenzaron a lamerse los genitales. Y es en ese mismo instante que cometí el error de preguntar(me) en voz alta:

Yo: ¿Roquito será gay?? 

Este hombre robusto y de gran altura saca, en un movimiento irreflexivo, de un tirón de correa a su perro y lo aleja.

Señor P.:
No sé, pero Juanito NO ES GAY!!!-Me espetó el SP, como si a mi me importase-. Y se fué farfullando por lo bajo, con cara de pocos amigos y miedo a contagiarse.

En fin, no entiendo nada. Evidentemente mis comentarios tocan alguna parte sensible en estas personas que se retiran sintiéndose agraviadas. El mundo está del orto y está lleno de gente pelotuda. Mi problema es aún mayor cuando veo a estos vecinos y me pregunto... ¿cómo le consigo novia a Roco?