Eran las 19:00 horas y me adentraba en la sala de espera de la peluquería dispuesta a pasar por el tortuoso ritual femenino de la depilación. Al llegar, me enteré que sólo había una persona depilando y unas seis chicas esperando a ser atendidas. Puteé. “Ya son las 19:00 hs, éste lugar cierra a las 21.00, no llegan a depilarme ni a palos!”. Encima había quedado en encontrarme, ahí mismo, con una amiga de la infancia que llegó de viaje (vive en Madrid) por unos días a Buenos Aires, y dentro de su abigarrada agenda no encontramos mejor punto de encuentro que la peluquería.
Éramos siete mujeres sentadas en unos silloncitos alrededor de una mesa ratona plagada de revistas femeninas. Las siete, aburridas, cada tanto cruzábamos las miradas y algún gesto de cansancio. Mi amiga todavía no llegaba, así que rompí el hielo:
Yo: son seis antes que yo, así que calculando unos veinte minutos por persona, me atenderían recién en dos horas...
Chica joven: ay, que cronológica, no lo había pensado así!
Mujer: yo me atiendo con Cristina, pero igual lo mío es cortito, salgo rápido.
Chica joven: yo me atiendo con cualquiera con tal de salir rápido.
Yo: bueno, hoy nada de doble pasada, ahora hacemos vuelta y vuelta y salimos con fritas!
Mujer Loquita: ¿estará Beba?
Yo: Beba no depila más acá. ¿Te depilabas con ella?
Mujer Loquita: no, pero preguntaba.
Mujer: A mi no me gustaba como depilaba, creo que se jubiló ya. Aparte era medio rara. A mí una vez me preguntó qué era la fellatio. Así, de la nada, mientras me pasaba cera por la rodilla. Desubicada e ignorante!
Chica joven: jajaja, qué pregunta inesperada!! Pero ella quería saber qué era o la técnica?
Mujer: nooo, la técnica no, me muero de lo bizarro!!
Yo: ¿y qué le dijiste?
Mujer Loquita: perdón, pero ¿qué es la fellatio?
Yo: Ah, bueee… es cuando se práctica sexo oral a un hombre.
Mujer: cuando le expliqué qué era, aunque supuse que una mujer de su edad ya debería saberlo (lanzándole una mirada de reojo a Mujer Loquita), empezó a despotricar “¡cerdos, asquerosos de mierda, qué cerdos qué son!!”, “quiénes?” le pregunté alarmada, “los hombres" -me dice-, "ahora entiendo, ellos respondían eso en la revista cuando le preguntaban qué era lo que más le gustaba que le hiciesen las mujeres, cerdos HDP son, eso son!!”. Se salió de quicio totalmente. Yo quise huir, pero en ese momento la cera estaba en el cavado y no me animé. Mujer Loquita: y… los violadores lo que más piden que les hagan es eso. Yo no sé porqué se arriesgan los hombres, van con eso suelto por ahí… están tan desprotegidos! Si a mi me pasase, yo se lo arranco con los dientes. Se los muerdo y listo.
Todas: noooooooooooooooooo!!!!!!!!!
Chica: ¿y las venas? Sale sangre y te puede transmitir alguna enfermedad.
Yo: y morder, y saber que estás comiendo un humano?Y que te pueda quedar algo en la boca, nonononono!! canibalismo!! ¿No te dá impresión?
Mujer Loquita: yo se lo muerdo, mirá, con las coronas que tengo acá en las muelas -y nos muestra su boca. Evidentemente ya lo tenía todo planeado, violadores abstenerse-. Se lo muerdo y se lo arranco de un tirón. Yo siempre veo esos programas que dan por cable sobre casos reales de asesinos seriales y violadores, y voy aprendiendo.
Yo: yo esos programas no los miro, sino, después salgo paranoica a la calle. Prefiero alquilarme una película de suspenso con asesinos seriales, que, por lo menos, sé que es ficción.
Mujer Loquita: naah, yo prefiero ver los casos reales; las películas no me gustan, ahí es todo mentira, puro invento.
Yo: ah, y pierde la gracia, no? Vislumbro una veta de sadismo por ahí, puede ser?
Mujer Loquita: (se sonroja).
La depiladora llama a Mujer Loquita.
Mujer Loquita: qué bueno que ya me toca, porque sino iba a llegar tarde al psiquiatra.
Chica: ¿Vas al psiquiatra? ¿Te medican?
Mujer Loquita: Y si, a mi me medican un poco. Voy al psiquiatra pero, en realidad, es terapia de grupo.
La depiladora la tomó de la mano y se la llevó al camarín cual si la estuviese adentrando en un internado psiquiátrico.
Llegó mi amiga.
Amiga: Soleeeeee.
Yo: Amaaaaaa!! No sabés lo que te perdiste, acaba de entrar una psicópata a depilarse, si empezás a escuchar la musiquita de Psicosis, entrá a correr que sale con los cuchillos y el pote de cera caliente.
Amiga: Jajaja. Ché, cuánta gente! Yo quería salir para llegar a ver Lost.
Mujer: para qué querés ver Lost con todo lo que está pasando últimamente en este mundo. Más surrealista que ésto no hay nada.
Amiga: no, es verdad, pero igual nos siguen faltando los osos polares y el humo negro dando vueltas. ¿Hacé mucho que estás esperando?
Yo: hace bastante, pero le saqué charla a todo el mundo, y armé una especie de terapia de grupo, así que se me pasó rápido. Ahí me toca, te recomiendo hagas lo mismo en mi ausencia, se van a prender todas porque están emboladas. Eso sí, a la de verde evitala que si la que entró me parecía algo chapita, ésta se lleva el primer puesto. Suerte.